domingo, 2 de agosto de 2015

Cambios

Desperté un día gris de invierno, la lluvia de Lima mojaba mi rostro y el olor a café me obligó a cambiar mi camino. Entonces una serie de pensamientos se presentaron de pronto. Un frío me estremeció, me percaté de todo lo acontecido hasta esa mañana y comprendí que había dejado pasar mi  vida sin mas novedad que algunos cartones que llevaban mi nombre.
Me pregunté si me habia equivocado en algo,  si me falto vivir...  y con aquella pregunta seguí caminado. Pero el molesto café se volvió a aparecer y desvíe mi camino.
Seguí varias cuadras deambulando, de  la Av. Abancay a Miroquesada y así hasta perderme en infinidad de calles pequeñas del Centro Lima. Me pregunté muchas cosas y me reprochaba otras. Entonces vi pasar una antigua amistad y con un gesto coqueto,   comprendí que hay muchas cosas que no viví porqué no quise.
En ese momento supe que un cambio se tenía que lograr,  sin pensarlo sonríe y acepte la invitación de un nefasto café...