jueves, 1 de septiembre de 2016

EL Cuarto

Juan regresó a su departamento a la medianoche, está cansado se sentó en su cama. Observó por su ventada la solitaria calle, esperando escuchar un susurro o ver una sombra. Y así paso toda la noche, encerrado en su soledad y con las ansias de verla. Entonces el tiempo perdió sentido y su locura se convirtió en su realidad.
-¿María eres tú? - preguntó
Y creyó escuchó una voz tan dulce desde la penumbra. 
-Me han dicho que te fuiste... pero no lo creo- dijo nervioso. 
Contempló su habitación esperando una respuesta.  Pero después de algún tiempo siguió.
- No tengas miedo...-
La fría madrugada comenzaba y él  esperó. Durante horas miró la penumbra. Y en algún momento se durmió y soñó con María.
Sin embargo,  al despertar vio al casero parado en la puerta,  le dijo.
- Joven  lamentó la pérdida de su esposa... muy buena mujer pero aún me debe dos meses-
 -No se preocupé le pagaremos en dos días, ni yo ni María nos iremos-  


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